Fuente: Milenio-Jalisco
URL: http://jalisco.milenio.com/cdb/doc/impreso/9162974
29 de octubre de 2012
Apuntes
El futuro del Congreso del Estado
Rubén Alonso
La crisis y los problemas en que está sumido el Congreso
del Estado de Jalisco no está en el propio Congreso, sino en los diputados que
la integran, y de manera específica hoy los diputados y diputadas salientes; la
solución, por responsabilidad mínima, decoro, dignidad, está en ellos y en los
entrantes ahora en proceso de transición. No es el Congreso como institución,
son quienes aún son y serán legisladores, con nombre y apellido, con historia y
relaciones; quienes construyen y/o destruyen instituciones.
La historia de cada tres años es como películas de terror
o de sexo; las siguientes ediciones son más intensas, explícitas, sangrientas,
impactantes, con más efectos sonoros; pero a la postre lo mismo. O bien, más
light, como Rocky I, II, III. Así se podría reeditar cada Legislatura.
El futuro del Congreso del Estado, Poder Legislativo, que
ha arrastrado a otros poderes e instituciones (como el Itei, pues los diputados
lo integraron), está en los diputados de carne y hueso en la medida que
sometidos a la ley expresen y demuestren voluntad, y en las relaciones que
establezcan y/o mantengan hacia fuera. Por ahí, estimo, debe comenzar la
dignificación.
1. No perder de vista sus tareas sustantivas: legislar,
fiscalizar e integrar órganos de estado. Estas tareas son propias y exclusivas.
La perversión del Congreso comienza cuando los diputados consideran que su
tarea es ejecutiva e impartidora de justicia.
2. Agenda legislativa. Debe circunscribirse a sus tareas
sustantivas, y sobre ella establecer un plan de trabajo público, medible,
evaluable; y a la par, a ello reordenar su estructura institucional. Por las
circunstancias actuales, en la agenda de la LX Legislatura se deberá
privilegiar una reestructuración del Poder Legislativo de afuera hacia dentro,
estableciendo una nueva relación con la sociedad, con la que se supone
representa como soberanía popular.
3. Replantear sus relaciones externas. La LX Legislatura
requiere redefinir su dependencia a los partidos políticos y grupos externos
que condicionan y en ocasiones subordinan sus tareas sustantivas. El Congreso
ya no debe hacer girar su agenda desde los partidos políticos ni grupos de
poder.
4. Transparencia para rendir cuentas. Apertura y
disposición de información que posibilite que los salientes, rindan cuentas; y
los entrantes se disponga a ello sobre su actuar.
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