La transparencia, como resultado de garantizar el derecho
de acceso a la información y los valores inherentes a ella como la honestidad,
se ha centrado en los titulares de los sujetos obligados y en oficinas llamadas
Unidades de Transparencia. Esto ha llevado, sin quererlo, a perversiones como
el reducir el ejercicio abierto del poder público en la responsabilidad de unos
cuantos, y sobre todo, a poner todo el peso e implicaciones de la transparencia
en la voluntad, compromiso, comprensión del tema sólo en ellos, cuando la
responsabilidad es de todos.
En el ejercicio de una función pública, sujeta al
derecho de acceso a la información, para
que se transparente concurren dos elementos que requieren estar a la vista de
todos: la toma de decisiones y los soportes documentales sobre ello (información).
Lo segundo es la constancia de lo primero y sobre lo cual se centra la garantía
de acceso.
Quien tiene facultades para tomar decisiones sobre
asuntos públicos debe dejar constancia de ello y rendir cuentas de lo decidido, hecho o dejado
de hacer. El problema surge cuando éste evita documentarlo, sea por
desconocimiento, negligencia o deliberada negativa. Insistir en la
documentación de la toma de decisiones es fundamental para la transparencia,
rendición de cuentas y combate a la corrupción.
Luego, tenemos el problema de quien genera, resguarda y
administra la información sobre la toma de decisiones, quienes ordinariamente
son directores, secretarias, auxiliares, etc. Aquí el asunto es más complejo,
pues podemos tener casos de negligencia, desconocimiento o instrucciones
superiores de qué y cómo documentar; luego,
con las tecnologías de la información y comunicación los procesos y soportes
para documentar la información requieren nuevas competencias, habilidades y
recursos tecnológicos, así como económicos. Todo un reto y presión en las
administraciones que se mueven en una sociedad de la información.
Pero, ¿qué sucede cuando quien toma decisiones inhibe,
prohíbe, bloquea, instruye no documentar, o documentar "planchando"
la información para ocultar o negar? Trastoca, corrompe.
¿Transparencia inversa es una salida? Ayudará, siempre
que haya voluntad arriba, si no hay un censor o filtro extra legal que
determine qué y cómo se publica o entrega información pública; y sobre todo
quien genera, resguarda y administra información es el responsable de
publicarla y entregarla.
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