El punto fundamental para exigir y someter a rendición de cuentas al Sistema Jalisciense de Radio y Televisión (SJRTV), identificado como “C7 Jalisco – La
industria creativa de los jaliscienses”. La Organización de las Naciones Unidas
para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), de la cual México forma
parte, define a los medios de comunicación públicos como “medios hechos,financiados y controlados por el público, para el público. No son comerciales ni de propiedad gubernamental, son libres de la interferencia política y la presión a partir las fuerzas comerciales”.
En días pasados, el SJRTV comenzó la promoción de la
trasmisión de producciones de Radio Fórmula, en específico, de los programas
que por esa señal difunden (y hacen negocio) Joaquín López Dóriga, Carlos Loret
de Mola y Christian Martinoli. Con ello, sin decirlo, la voz e información de
quienes “dominan” a través de la televisión y en radio comerciales se
replicaría en un medio público. La pluralidad esencial para la vida
democrática, la producción local (aunque sea 7 por ciento de lo hecho en C7 para
radio FM), se anula. Jalisco, con amplia tradición en formación de
comunicadores y producción mediática, a la par se desprecia. Qué ironía: se
autopromueve como “Industria creativa de los jaliscienses”.
La Asociación Mexicana de Derecho a la Información
(AMEDI) – Capítulo Jalisco alzó la voz sobre dicho convenio;
en tanto, “la industria creativa de los jaliscienses, mediante comunicado sin
fecha y sin nombre de responsable que lo firme, pero en hoja membretada de C7 y Gobierno de Jalisco, en seis puntos reaccionó tangencialmente a los cuestionamientos de AMEDI.
El convenio del SJRTV con Radio Fórmula, y reiterado implícitamente
en su comunicado, no está cerrado. Es un asunto público, sobre recursos y un
medio público, que se debe tratar, discutir y decidir públicamente.
Concediendo que el convenio SJRTV-Radio Fórmula es de
buena voluntad, pues asegura el primero que no implicará un costo al erario, se
puede suspender sin mayores problemas, y ahora sí, decidir públicamente con los
dueños interesados del SJRTV (los jaliscienses), qué hacer con ello y el propio
SJRTV. Es tiempo de hacer público este medio de comunicación público, que menos
es de gobierno.
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