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El pasado 27 de octubre, el senador Omar Fayad Meneses
presentó en el Senado de la República una iniciativa para crear la Ley Federalpara Prevenir y Sancionar los Delitos Informáticos. El tema en sí, la
prevención y sanción de delitos informáticos es necesario; sin embargo, en el cómo
propuesto por el legislador federal está el problema.
Llama la atención que no siendo Fayad Meneses un legislador
novato proponga una norma de tal envergadura y con una redacción con
implicaciones aberrantes que atenten a derechos fundamentales, como la libertad
de expresión.
El legislador describe conductas y actos delictivos de
manera tan genérica, e incluso con desconocimiento tal de la materia y del
objeto del delito, que el simple uso de una computadora, de un smartphone, de
una tableta, hace del usuario un delincuente tan solo por bajar una aplicación,
suscribirse a una plataforma de servicios, intercambiar y/o transferir información,
ya sea de datos, imágenes, sonidos. La Red en Defensa de los Derechos Digitales (R3D) ha sido muy clara y didáctica en evidenciar las implicaciones de la norma
propuesta por Fayad Meneses en el supuesto de que sea aprobada tal cual (ver: https://goo.gl/5rx2ao).
Las libertades, no hay que perder de vista, históricamente
siempre han estado amenazadas, y por ende hay que estar alertas contra
cualquier intento de anulación, limitación, conculcación, y sobre todo estar
promoviendo su garantía y ensanchamiento.
Pero no seamos ingenuos. La iniciativa de Fayad Meneses,
#LeyFayad no es una propuesta aislada. Está en la línea de otros intentos por
limitar la libertad de la información, de la comunicación, de expresión, del
conocimiento, so pretexto de proteger otros derechos, como el de propiedad
intelectual, propiedad industrial, derecho a la intimidad y la privacidad, a la
imagen, etc. Así vemos los intentos trasnacionales con incidencia en México
como la iniciativa de la llamada Ley Sopa (Stop Online Piracy Act), o el
acuerdo comercial antipiratería signado por un representante de México ante
Japón, la llamada ACTA (Anti-Counterfeiting Trade Agreement).
Y si a esto le susmamos las disposiciones de monitoreo y geolocalización
establecidos en la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión, la
#LeyFayad es más que una iniciativa personal. Está en la ruta de someter
libertades individuales a presuntos derechos económicos y comerciales.
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