2 de abril de 2015. Promulgación del VI Plan Diocesano de Pastoral |
La Arquidiócesis de Guadalajara está en un momento
crítico que implicará decisiones en la estructura y formas de gobierno. El
asunto central no es sí hacen faltan obispos auxiliares, sino si se requieren y
para qué, aunque antes habrá que resolver asuntos de fondo: ¿a dónde va la
Arquidiócesis de Guadalajara?, la cual no puede ni debe, por historia y
capacidades, continuar viviendo de inercias endogámicas y autorreferenciales.
El pasado 2 de abril, José Francisco Robles Ortega
promulgó y entregó al clero tapatío el VI Plan Diocesano de Pastoral con el
cual marca la ruta a seguir en su gobierno pastoral. Es un Plan que amerita
particular revisión; que en su contenido y propuesta da la impresión de notoria
desvinculación-continuidad al V Plan, promulgado en 2008 por su antecesor JuanSandoval Íñiguez, e incluso con el II Sínodo Diocesano, de 1995. ¿Estos
instrumentos no aportaron nada en tanto tiempo que amerite mantener y
fortalecer?
El entorno-base de la acción pastoral de la Arquidiócesis
(realidad) se ha modificado sustancialmente, pero ello no se observa en la
nueva propuesta. Como ejemplo, el surgimiento de nuevos y crecientes núcleos
poblacionales, el cambio y los nuevos retos en la participación social,
política y cultural, la configuración de un vocacionamiento social en la
región, los cambios en entornos y medios de comunicación interpersonal y
colectivo; la movilidad que afecta al 80 por ciento de quienes viven en la
Arquidiócesis con sus efectos en la familia: económicos, desintegración, etc.
El VI Plan parte de una realidad endógena, "de
sacristía", sin "periferias" identificadas; una Iglesia que se
habla a sí misma, sin un mensaje-propuesta que ofrezca algo hacia afuera; con "lecturas" de la realidad que se explican desde una visión maniquea o
muestran desconocimiento craso: los medios de comunicación son "mala
influencia", o en educación "mala voluntad de algunos maestros que
atacan a la Iglesia". ¿Esa es la realidad que observan y de la que parte
su plan?
Si este VI Plan es una plataforma de arranque, y
en los próximos años "necesitamos conocer más profundamente la Diócesis"
(Boletín Pastoral, No. 228, Mayo-Junio 2015. pág. 29), la tarea y el trabajo es
mayúsculo, que implicará salir de la sacristía y casa cural, ir y estar en las
periferias, ver y escuchar sin vendas-lentes, ni audífonos con "música
predispuesta".
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