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José Francisco Cardenal Robles Ortega, arzobispo de Guadalajara |
No me refiero al proceso político-electoral secular de
Guadalajara que entra a su etapa más álgida; me refiero a que en la
Arquidiócesis de Guadalajara ha quedado sin obispos auxiliares su titular José
Francisco Cardenal Robles Ortega, y es un misterio sin resolver cuándo, cómo y
quiénes podrían colaborar en una de las demarcaciones eclesiásticas más
importante de México e incluso en toda la Iglesia católica.
El pasado 21 de abril, se anunció que Francisco Papa aceptó
la renuncia al oficio de auxiliar del obispo José Trinidad González Rodríguez, que en
septiembre cumpliría 72 años. Brazo
derecho de Juan Cardenal Sandoval Íñiguez. Un caso de renuncia anticipada.
Esta dimisión se suma, en los dos años
que Robles Ortega tiene en Guadalajara, a la de Rafael Martínez Sáinz
(19-07-2012); a la de Miguel Romano Gómez, (17-11-2014); y la promoción a otras
diócesis de José Francisco González González (a Campeche, 12-02-2014) y José Leopoldo González González (a Nogales, 19-03-2015). Solo queda con el arzobispo
y cardenal: Juan Humberto Gutiérrez Valencia, quien en junio de 2016 cumplirá
75 años de edad.
Así, el grupo de auxiliares que configuró Sandoval
Íñiguez como arzobispo (1994-2011) quedó desintegrado. El primer efecto está en
la "orfandad" provocada en los sacerdotes y grupos que giraban sobre
cada auxiliar ("protectorado"); aunado a la distancia que perciben
con su cabeza. Se eliminaron las intermediaciones episcopales y se concentra
todo en una estructura burocrática, fría, distante. A esto, habrá que considerar el impasse en que
está el VI Plan Pastoral.
¿Están por nombrar al menos tres obispos auxiliares para
Guadalajara? Depende en primera instancia de Robles Ortega, o en casos extremos
de la Santa Sede (cánones 403 y siguientes). Los auxiliares tradicionalmente
surgen del Presbiterio tapatío; sin embargo, no se descarta la llegada de otras
diócesis, incluso "periféricas", en la línea de Francisco Papa.
Mientras, en la Arquidiócesis hay vacíos intermedios de
conducción que requiere pronta atención: se resuelven con obispos auxiliares
(como ha sido tradición) o a través de vicarios episcopales con mayores
facultades, revitalizando la estructura de Vicarías y Decanatos en que se
integran las más de 460 parroquias en que opera la amplia y compleja
Arquidiócesis de Guadalajara.
Se atiende con toma de decisiones, o el
Presbiterio entraría en ruta al garete.
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