Mientras Tanto en México |
Para los chic@s de Mientras Tanto en México
La salud del periodismo
está intrínsecamente relacionada con la salud de la democracia. No es algo nuevo. Walter
Lippmann en Liberty and the News lo planteó hace casi un siglo (1920) desde una
observación al periodismo liberal que todavía se ejerce, pero enfatizo que
no es lo mismo quien vive del periodismo haciendo negocio con él, que aquel que
hace del periodismo su vida, aunque no viva de él porque el negocio es de otro.
La salud del periodismo y
con ello de la democracia en nuestro entorno cercano e inmediato muestra, entre
otros, signos de atención vitales que requieren atenderse y cuidarse:
Libertad e independencia.
Condición consubstancial, sine qua non, la persona en comunidad, y por ende el
periodista, requiere para su ejercicio y desarrollo. La libertad siempre hay
que cuidarla, pues vive en constante amenaza por el poder y quienes lo ejercen.
La libertad hoy es vulnerada, acosada, restringida, comprada, sometida,
condicionada. Hay quienes en el periodismo han renunciado a ella y con eso a su
independencia, pero también hay quienes la mantienen como el espíritu más
preciado no sólo de su profesión, sino de su persona.
Compromiso y
responsabilidad. No se puede hablar de periodismo sin personas con sensible y
profundo sentido de responsabilidad social, que hace ellos y su profesión un
trabajo exigente, cuidado y cuidadoso, respetuoso y tolerante; donde la causa y
su causa está en la parte más débil, en la periferia del poder, no en el centro
del poder al que observa, audita y vigila.
La dignidad. Gira en torno
al individuo y las condiciones necesarias para su desarrollo personal y
colectivo, familiar, gremial. Quien es periodista sabe que está en una
profesión para no hacer dinero ni hacerse rico; para ello, tendría que optar
por ser otra cosa y subordinar el ser periodista. Sin embargo, esto no implica
sueldos y condiciones laborales indignantes que lo sitúen en condición de
vulnerabilidad frente al poder. Antes bien, mueve al periodista a exigencias
justas para el ejercicio de su profesión.
Indicadores de la salud de
una democracia requieren de indicadores sobre la calidad del periodismo y las
condiciones en la que se ejerce, no por separado.
Cuidar, promover un
periodismo con periodistas libres, comprometidos, responsables, dignos,
propicia la salud de nuestra sociedad y su democracia.
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