Catedral Basílica de Guadalajara |
Hace un mes, el 7 de febrero, se cumplieron dos años de
la instalación de José Francisco Robles Ortega como arzobispo de Guadalajara,
luego que el Papa aceptó la dimisión, por edad, de Juan Sandoval Íñiguez. Desde
entonces a la fecha, se han registrado modificaciones en la forma de conducir
esta Iglesia mexicana, una de las más grandes en población y presbiterio; pero
aún no se han concretizado cambios de mayor calado.
Las modificaciones a la fecha están básicamente en tres puntos:
el Seminario, centro de formación de futuros sacerdotes, fue lo primero que
abordó Robles Ortega, poniendo al sacerdote José Guadalupe Miranda Martínez, en
sustitución del hoy obispo emérito Miguel Romano Gómez. Fue el cambio más
sensible, pues se trata de uno de los seminarios con mayor número de candidatos
al sacerdocio, con ocho casas de formación: el Mayor y el Menor; un
Propedéutico para el ingreso al Seminario Mayor; y cinco centros de formación para
chicos de secundaria (cuatro de estas fuera de Guadalajara: La Barca,
Ahualulco, Cuquío y Totatiche).
Otro cambio, en la forma, se ha registrado en la Curia
Arzobispal, la administración de la Arquidiócesis en sus instalaciones de
Alfredo R. Plascencia, donde los "intermedios" atienden primero; y el
tercer cambio se ha registrado en sacerdotes al frente de parroquias, incluso
en aquellos que se consideraban "inamovibles".
Pero a la espera y expectativa de cambios está en tres
puntos: la promoción de al menos dos nuevos obispos auxiliares para esta arquidiócesis,
luego de la promoción de José Francisco González González, en diciembre de
2013, como obispo titular de Campeche, y la dimisión-aceptación de la renuncia
del joven Romano Gómez, como obispo auxiliar.
Emparejado o cruzado a lo anterior, está el proyecto
concebido desde el gobierno de José Salazar López (1970-1987) de dividir el territorio de Guadalajara
en al menos otras dos diócesis: Ocotlán (para la Ciénega de Chapala) y Ameca (poniente
y norte del territorio); a esto, habría que sumarle la operación del ya
concluido VI Plan Diocesano de Pastoral, que comenzó con Sandoval Íñiguez.
Los cambios, podrían ser coincidentes: luz en los tres pendientes
señalados, con la promoción del obispo auxiliar José Leopoldo González, a la pre-aprobada
diócesis nueva de Nogales, Sonora, o alguna de las dos vacantes en México:
Tuxtepec, Oaxaca; o Gómez Palacio, Durango.
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