La reforma de la Iglesia católica planteada desde las
Congregaciones Generales (reuniones previas de cardenales) al Cónclave de marzo
de 2013 en el que resultó electo Jorge Mario Bergoglio como Papa,
autoimponiéndose el nombre de Francisco, en referencia al "Pobre de
Asis", el mismo que recibió la encomienda de "reconstruye mi
Iglesia", no sólo atraviesa por reestructurar su gobierno central, la
Curia Vaticana, así como transparentar y purgar las finanzas: la reforma tendrá
viabilidad y sustentabilidad en la renovación del episcopado.
El 16 de septiembre de 2015, al concluir los trabajos de
la undécima reunión del Consejo de Cardenales para la reforma de la Curia
Vaticana (C9), Federico Lombardi, vocero Vaticano informó que Francisco Papa puso
un nuevo tema para el concejo: revisar el nombramiento de obispos, o "más específicamente sobre las cualidades y requisitos de los candidatos a la luz delas exigencias del mundo de hoy, y sobre la relativa recogida de informaciones".
Francisco ha indicado qué perfil de obispos: se lo dijo a los nuncios apostólicos (2013), que operan la consulta para presentarle
candidatos a obispos, como a la Congregación de Obispos (2014), que cierne en ternas a los candidatos que elige el Papa.
Cada nación tiene sus particularidades, y en el caso de
México, parece que Francisco opera con cautela. Al "déficit de obispos", por sedes vacantes o prelados en límite de edad habrá que considerar los cambios hechos. De 2013 a la fecha ha realizado doce traslados,
de los cuales ocho fueron para cubrir sedes vacantes o diócesis nuevas (Izcali
y Nogales). Ha recurrido a cuatro obispos auxiliares nombrándolos residenciales.
En la promoción de nuevos obispos ha echado mano de diócesis
"periféricas" frente a las tradicionales proveedoras de obispos (dos
terceras partes). De la "líder" Guadalajara, por ejemplo, no ha
surgido obispo nuevo alguno.
La "fábrica" de obispos está en
"neutral". El mensaje lo tienen claro los obispos mexicanos: buscar
nuevos perfiles, "pastores con olor de ovejas" es la encomienda, no
"príncipes", no personajes que hacen carrera eclesiástica
("carreristas"). ¿Será que no hay "materia"?
La clave del nuevo perfil de obispos, del episcopado que
se busca construir para la reforma, estará en los eventuales y próximos
nombramientos.
Publicar un comentario