El marco, Palacio Nacional. Día, 27 de mayo de 2014. El presidente Enrique Peña Nieto abandera a la Selección Nacional de futbol ante 800 invitados. El gobierno en turno empleó el aparto del Estado e hizo suya la causa de una federación internacional y nacional deportiva que es negocio, pues involucra con pasión a muchos.
Miguel Herrera, director técnico del equipo, soltó una
sentencia: “Este equipo nos une como nación”, y luego, el titular del Poder
Ejecutivo remató: “Ustedes representan a una nueva generación de mexicanos que
compiten con mentalidad ganadora... Detrás de ustedes está toda una nación que
los va a seguir y los va a acompañar en cada momento”, y concluyó con: “El
Presidente de la República y todos los mexicanos confiamos en ustedes para que
el próximo 13 de julio, que será el partido de la final de esta justa mundial
de futbol, traigan ese trofeo de regreso a nuestro país [en febrero, el trofeo
de la FIFA estuvo en México, en recorrido internacional]”. De manera paralela,
la Federación Mexicana de Futbol lanzó la campaña #QuieroCreer, y el Presidente
no desaprovechó para llevar incluso el futbol al Vaticano, regalándole una
camiseta del equipo mexicano a la par de una imagen de la Virgen de Guadalupe
que por cierto, esta está más ligada a la historia de México como nación que
una playera de futbol.
Que mexicanos triunfen puede ser considerado como una
satisfacción. El asunto no es desear el fracaso de otros o negar sus triunfos.
El asunto está en qué logros y qué triunfos, a qué le apostamos, le entramos y
creemos. La sentido de nación, de patria, no estriba en el negocio del deporte.
Aunque así muchos lo hagan aparecer y lo promuevan.
Mientras en México se concretizan reformas en materia
energética y de telecomunicaciones, el Gobierno de la República echa a andar el
aparato del Estado en otro foco de atención. De las televisoras y empresas
patrocinadoras es lógico que lo hagan, pues es su negocio, pero de una entidad
pública resulta perverso e insultante a muchos mexicanos y mexicanas que gozan
con el futbol, pero que más que creer en un equipo deportivo, quieren creer en
sus instituciones, en causas que cambien el entorno, que desean y luchan por
cambios.
México, ¿#QuieroCreer en una selección de futbol? En
cinco días (el 13 y 17 de junio), el encanto o la decepción se fraguarán ante
Camerún y Brasil. El 23 de junio, ante Croacia, puede ser un vestigio de
ilusión o frustrante despedida.
Twitter:
@jrubenalonsog
Fuente: Milenio Jalisco 9 de junio de 2014
URL: http://www.milenio.com/firmas/ruben_alonso/Mexico-QuieroCreer_18_314548609.html
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