Los sacerdotes Juvencio González y Mario Menghini. El primero, sudcaliforniano, el segundo, misionero italiano; el primero, fue discípulo del segundo |
El pasado 12 de septiembre, a
punto de cumplir 89 años de edad, falleció en La Paz, Baja California Sur, el
sacerdote y misionero Mario Menghini Pecci (Italia, 13 de septiembre de 1924),
italiano y más mexicano-sudcaliforniano, formado con los hoy Misioneros Combonianos (www.comboni.org). 62 años de su vida los dio a Baja California.
El 15 de febrero de 1948 llegó
a La Paz la primera avanzada de misioneros italianos: Pedro Vignato y Bruno
Adami (el más joven, recién ordenado presbítero), poco después los sacerdotes
Antonio Piacentini, Amadeo Ziller, Luis Ruggera y los hermanos Luis Garzotti,
Francisco Di Domenico y Arsenio Ferrari. Religiosos formados para ser
misioneros en África en el instituto fundado Daniel Comboni, primero obispo de
África Central en el siglo XIX.
Su “cambio” de destino se dio
luego que los misioneros combonianos, originalmente Misioneros de Sagrado
Corazón de Jesús, concentrados en Verona, Italia, no podían estar en África
tras el fin de la II Guerra Mundial y la caída del Eje, del que Italia formaba
parte con Alemania y Japón.
Por Pio XII, y ante las
gestiones de monseñor Felipe Torres Hurtado, en lugar de ir a Brasil (pues allá
había descendientes africanos) optaron por México.
Estos misioneros ingresaron
como “educadores” al México de entonces. Menghini llegó en el tercer grupo en
1951. Sacerdote intenso, profundo, cariñoso, generoso, crítico, siempre
creativo, identificador y formador de líderes, constructor de comunidades.
Santa Rosalía, Guerrero Negro, La Paz, Cabo San Lucas, Isla de Cedros,
comunidades y rancherías son testigos de su obra y entrega. Testigo e impulsor
de la transformación de ese “Otro México”, como le llamaría Fernando Jordán a
la península bajacaliforniana. Llegó a esas tierras desérticas cuando no había
caminos, los cuales conoció como la palma de su mano, pero sobre todo a las
personas a las que siempre sirvió.
Con él, muchos otros grandes
hombres italianos forjaron comunidades que hoy dan rosto a Baja California Sur,
como Carlos Pizzioli, Juan Giordani, Domingo Zugliani, Zelindo Marigo, Gabriel
Chiodi, entre muchos más. A Mario Menghini, y todos sus hermanos misioneros,
gracias.
“Hombre que marchas con la
cruz/-pidió el guaycura-,/monje de la sotana,/misionero,/apóstol,/peregrino de
Dios;/detente y salta al mar./Te necesito.” (Calafia, Fernando Jordán).
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