Rubén Alonso
En días pasados, luego de lo publicado en este espacio el
lunes 31 de diciembre de 2012, me preguntaron básicamente ¿por qué refundar al
Instituto de Transparencia e Información Pública del Estado de Jalisco (ITEI),
si es un órgano muy joven en nuestras instituciones? Ante esto, expongo algunas
consideraciones al respecto.
No es lo mismo refundar que adecuar o armonizar. Refundar
implica acciones más atrevidas e innovadoras; adecuar lleva a simplemente a
realizar ajustes. Nuestro ITEI ya no está para ajustes, sino para algo más. Y
planteo lo siguiente:
1. La reforma al artículo 6° Constitucional federal que
está en proceso modificará y acotará las funciones y atribuciones de los
órganos de transparencia locales frente a las que tendrá el hasta ahora IFAI
(con la reforma, incluso ya no sería IFAI). Los órganos locales, de proceder la
reforma constitucional, podrán terminar como primeras instancias en recursos de
revisión. Serían como nuestros tribunales electorales frente al Tribunal
Federal Electoral del Poder Judicial de la Federación (Trife): “oficialías de
parte”.
2. En una observación rápida de la mayoría de solicitudes
de información (estimo que hasta el 70 por ciento) que se presentan en las
unidades de transparencia, son en su mayoría peticiones de de empleados de
sujetos obligados, es decir, de servidores y funcionarios públicos; otro tanto
son de actores políticos, después de periodistas y marginal, marginalmente, de
ciudadanos comunes. El espíritu de la ley tiene como finalidad que ciudadanos
comunes cuenten con una herramienta para ejercer su derecho a la información;
los actores políticos y los servidores públicos, sin negar que en su calidad de
ciudadanos comunes utilicen la ley para ejercer su derecho a la información,
cuentan para ello con recursos específicos. Así, el ITEI es en la práctica más
una instancia de “gobierno”, no de “estado”. Por ello hay que revisar su diseño
legal e institucional; no quedarse sólo en qué está haciendo y cómo lo hace.
3. La reciente Ley de Información agravó más esta
realidad, porque la ley se hizo desde dentro y para adentro, no desde fuera y
para fuera. Una ley más para la autoprotección que para la apertura (esto sin
considerar puntos específicos a corregir).
¿Qué pasaría si no existiera el actual ITEI? Estimo que
nada. Bueno, algo muy importante: habría un ahorro de 40 millones de pesos del
erario.
http://twitter.com/jrubenalonsog
Fuente: Milenio Jalisco
7 de enero de 2013
URL: http://jalisco.milenio.com/cdb/doc/impreso/9169026
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