El presbiterio de la Arquidiócesis de Guadalajara, que lo
integran casi 1,500 sacerdotes en 465 parroquias, con casi seis millones de
habitantes, atraviesa incertidumbre. Cambios en la forma de gobernar del
arzobispo, José Francisco Cardenal Robles Ortega, tiene en expectativa a los
presbíteros, que mañana en la Misa Crismal en Catedral renovarán sus promesas
sacerdotales ante su obispo.
Robles Ortega, quien asumió el encargo de Guadalajara en
febrero de 2012, se queda sin obispos auxiliares. En julio de 2012, Rafael
Martínez Sáinz, por edad renunció; en diciembre de 2013, Francisco González
González, fue promovido a Campeche; en noviembre de 2014, Miguel Romano Gómez,
renunció, no por edad pues tiene 55 años, sino por "otra causa"; y
ahora en marzo, Leopoldo González González, fue trasladado a la nueva diócesis
de Nogales, Sonora. Con esto, Guadalajara se quedó con José Trinidad González
Rodríguez y Juan Humberto Gutiérrez Valencia, de 71 y casi 74 años de edad,
respectivamente. O sea, cercanos a la edad de 75 para su dimisión.
Frente a las diócesis del país, que por su tamaño en
población y presbiterio, y peso de los titulares que ocupan otras funciones
extra diocesanas en el Episcopado o en el Vaticano, Guadalajara es la que menos
auxiliares tiene. El DF tiene 9, Morelia, Puebla y Monterrey 3, respectivamente, Tlalnepantla 2,
y con un auxiliar cada una: Oaxaca, León, Tuxtla Gutiérrez, Yucatán y Durango.
El Código de Derecho Canónico establece que el obispo del
lugar es quien pide al Papa uno o varios obispos auxiliares "cuando lo
aconsejen las necesidades pastorales de una diócesis" (Canon 403,
parágrafo 1).
Robles Ortega al parecer, al ver su paso previo en Tolucay Monterrey, no es dado a disponer de obispos auxiliares, pero sí a promover
sacerdotes del lugar hacia otras diócesis, como sucedió con Alfonso Cortés y
Ruy Rendón, del clero regiomontano y promovidos a otras Iglesias locales; y
sólo un auxiliar, joven, Jorge Cavazos Arizpe, seis años después de su llegada
a Monterrey (2009, a los 45 años). Claro,
al llegar Robles a Monterrey, ésta contaba con 2 auxiliares.
Pero Guadalajara no es Toluca ni Monterrey. Su
dimensión en clero y población cambiante en dinámicas, plantean atención más
cercana y personalizada. Si Robles Ortega no necesita de auxiliares, los
vicarios episcopales requerirían más facultades y autoridad delegada.
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